viernes, 24 de noviembre de 2017

Un abrazo en oración a Dios, a la familia y amigos de los tripulantes del submarino perdido del hermano país argentino...

Al verdor de auroras

Cada árbol, cada tallo, cada verde suelo; diseminando soles, arroyos de luna y fauna amanecer; y mano a mano, siembra tras siembra a un nuevo horizonte:¡trinares caminos, trinares nativos con sus alas y bosques, y arco iris de mar, glaciares y polos, plenos al universo! Así la brisa del arrimo, así la miel del encuentro; abrazando los sueños el albor de los pueblos, el alba de la Fuente ¡la flor naturaleza de toda nuestra tierra!

jueves, 23 de noviembre de 2017

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Ella

Ella se acerca con su brisa encantadora. Mi corazón la busca. Ella tiene el perfume de lluvia amorosa. Ella, ella la conocí un día de jazmines desde una esquina del parque etéreo. Su pelo libre fresco, sus ojos de cielo. La fui sintiendo de a poco, la fui queriendo, y cada vez más, más y más siento sus miradas, sus mariposas, su silueta. Quiero cantar que sus mañanas son mis mañanas, que sus noches son mis noches, y así como la apasionada enredadera trepa al arca de su luz y se siente complacida, sentir de ella el amor en la pasión romántica de sus besos. Ella se acerca con su brisa encantadora; la quiero ya conmigo, la quiero en mi vida. (Olas de mujer)

Dulce azucena

Ella va con el manantial de sus hijos bajo un sol violento, llevando a su hogar los anhelados manjares. Ella es una oda amorosa en el silencio, un brote de dulce azucena, que día a día en la escarpada faena: mantiene sus notas, la fresca brisa de sus bosques. Tal vez en el cristalino concierto de sus ansias, logre esta tarde, otro azul de sus bríos; extendiendo así la acuarela de su horizonte y la bahía romántica de sus velos. (Flamear obrero)

martes, 21 de noviembre de 2017

Encantadas sutilezas

La tenue luz de la habitación se desliza por tu sensual espalda, mujer; mientras sigo tu perfume por todas tus líneas, tus doradas líneas fascinantes ya sobre el ferviente tálamo, oyendo tu pulsar complacido una y otra vez entre la encantadora luz, que envuelve y eleva alucinante: el placer dorado, el placer de amarte. (Floral de tus encantos)