sábado, 29 de junio de 2019
Arroyos de amor
Una sensación de amor en la mirada, una sensación de encuentro y corazón, al ritmo de jardines y caricias, al ritmo pleno de tú y yo...
viernes, 28 de junio de 2019
jueves, 27 de junio de 2019
Arroyos de amor
Sea en el coro de la lluvia, sea en el coro de las hojas: te quiero a luces y sombras, te quiero tal como eres...
miércoles, 26 de junio de 2019
Horizontes de invierno
Horizontes de invierno, de lluvia y tormenta por la avenida fulgente, por la calle común, por la jungla de cemento; a racimos de quebranto, a racimo de cálidos momentos; y la lluvia invernal girante, girante de nieblas y armonías; mientras los tejados trinan su aldea, de inundaciones y fuegos. El invierno entona sus hielos, sus leños, sus grises carruajes, sus melancólicos huertos. Horizontes de invierno con granizos y nieve; en la montaña, en el campo, en el rotundo pueblo; marcando las horas, marcando los huesos; y encontrar el refugio, el solaz de tus almendras; transcurriendo los días, transcurriendo los vientos, entre techos y nubes de horizontes de invierno.
martes, 25 de junio de 2019
Arroyos de amor
Delicadas formas de armonía en tu mirar, delicadas formas que me hablan dulcemente de ti; y me gustas, me gustas tanto...
lunes, 24 de junio de 2019
Arroyos de amor
Una sensación de amor en la mirada, una sensación de encuentro y corazón; al ritmo de jardines y caricias, al ritmo pleno de tú y yo...
Esbozo de lluvia
Al son de titilantes raíces y llanos techos; desde La Esperanza a La Paz, desde La Paz a La Esperanza: nubes y vientos en celeste Araukanía; esbozando un trenzar de lluvia fecunda y altiva, con trino copihual, araucaria y canelo; y diseminando surcos de vigor y acuarela; mientras la lluvia tañe el cristal hogareño, y un amasijo va subiendo en el campesino arpegio de una madre en su silencio. Llueve y llueven hojas de la milenaria piedra, y cabalgantes huellas de plurales auroras. ¡Vientos de Mariluán, alzando atávicos linos! ¡Vientos de Malleco y Cautín: a horizontes laborales fraternos...! Y hay nubes de kultrún, espiga y flor de molienda, con un camino cochayuyero de mar a rugiente cordillera; donde vuelvo a acariciar tu rostro y un hálito fraguar de arenas.
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