sábado, 5 de mayo de 2018

Esbozo de lluvia

Al son de titilantes raíces y llanos techos; desde La Esperanza a La Paz, desde La Paz a La Esperanza: nubes y vientos en celeste Araukanía; esbozando un trenzar de lluvia fecunda y altiva, con trino copihual, araucaria y canelo; y diseminando surcos de vigor y acuarela; mientras la lluvia tañe el cristal hogareño, y un amasijo va subiendo en el campesino arpegio de una madre en su silencio. Llueve y llueven hojas de la milenaria piedra, y cabalgantes huellas de plurales auroras.  ¡Vientos de Mariluán alzando atávicos linos! ¡Vientos de Malleco y Cautín a horizontes laborales fraternos...! Y hay nubes de kultrún, espiga y flor de molienda, con un camino cochayuyero de mar a rugiente cordillera; donde vuelvo a acariciar tu rostro y un hálito fraguar de arenas. 

Telar mapuche - Fundación Chol Chol - Araucanía


Tejidos mapuche - Fundación Chol Chol - Araucanía


jueves, 3 de mayo de 2018

Hojas de un cantar apasionado

Entre la lluvia y el viento, se va tejiendo un cantar, un cantar poblacional a la suerte del mismo viento, a la suerte de la misma lluvia; y bajo el temblor de sus tejados: un pilar casero, una mesa diaria con miles de pensamientos... Y la lluvia y el viento por el campo recorrido con perfiles de verano y solaz primavera; y llegando al mar, al mar de prendidos andares y siluetas... Roca a roca, ola a ola con un corazón sobre la arena; y luego el bosque nativo solemne con sus copas de nuestro idilio; y sigo a lluvia, a tormenta de hojas, de senderos etéreos, de calles con sus cuentos; estrechando memorias, estrechando un caudal de sentimientos desde mi ventana ensueños con sus truenos y relámpagos, esparciendo más hojas al universo; y llevándome en sus festivos linos al arrebol de tus labios, vibrando más y más amor; y decirte a libre corazón, ¡cuánto te quiero!!!

Ecos de Ralco



martes, 1 de mayo de 2018

Semblantes de un atardecer de otoño

La tarde cabalga con su soliloquio inmenso, la tarde cabalga con un ajuar de melancolías. Varían las hojas su inocencia, varía el cristal sus techos. La tarde se va perdiendo en su infinito; llevándose sus colores, dejándome su solsticio... Un pájaro cruza el cielo muy pronto a su nido, a su leño sereno; y el sol ya desvanecido de su intenso: selló sus semblantes, selló sus elementos; ... y recordar almas queridas con los jardines de sus huellas... y concebir pasos en un rotar incierto, bajo el temblor de iniquidades, de un brutal progreso en un mundo de olvidos..., en un mundo de desechos... La tarde hacia el amanecer, hacia una mañana que siempre se anhela; abriendo un nuevo sol y fecunda tierra, abriendo corazones y un caminar fraterno.

Flamear obrero


Flamear obrero


Flamear obrero


Flamear obrero


Flamear obrero


Flamear obrero