miércoles, 22 de noviembre de 2017

Ella

Ella se acerca con su brisa encantadora. Mi corazón la busca. Ella tiene el perfume de lluvia amorosa. Ella, ella la conocí un día de jazmines desde una esquina del parque etéreo. Su pelo libre fresco, sus ojos de cielo. La fui sintiendo de a poco, la fui queriendo, y cada vez más, más y más siento sus miradas, sus mariposas, su silueta. Quiero cantar que sus mañanas son mis mañanas, que sus noches son mis noches, y así como la apasionada enredadera trepa al arca de su luz y se siente complacida, sentir de ella el amor en la pasión romántica de sus besos. Ella se acerca con su brisa encantadora; la quiero ya conmigo, la quiero en mi vida. (Olas de mujer)

Dulce azucena

Ella va con el manantial de sus hijos bajo un sol violento, llevando a su hogar los anhelados manjares. Ella es una oda amorosa en el silencio, un brote de dulce azucena, que día a día en la escarpada faena: mantiene sus notas, la fresca brisa de sus bosques. Tal vez en el cristalino concierto de sus ansias, logre esta tarde, otro azul de sus bríos; extendiendo así la acuarela de su horizonte y la bahía romántica de sus velos. (Flamear obrero)