lunes, 11 de septiembre de 2017
miércoles, 6 de septiembre de 2017
martes, 5 de septiembre de 2017
Laderas de Pangue
Laderas de Pangue, me envuelven tus ecos soleados y turbios de nombradas décadas. Versos y contra versos con iconos de nubes y suelos, desde Las Vegas de Ralco, frágiles y frondosos senderos, desde Las Vegas de Ralco, tempestuosas madrugadas, corceles y atuendos. Me alcanza ahora el sinuoso aliento de Vilcuncura, Quiñelon; y el solaz del puente La Veta; declamando el soñar de esplendores prendidos ayer en el horizonte. ¡Vibra así el caudal nativo, las siluetas del Callaquén, las alegres alas y las luminarias del encuentro! Laderas de Pangue ¡que permanezca hondo todo este aliento! para seguir soñando con tus magistrales ecos, que encienden el amor, las primaverales mejillas y el manto arrullador de las madres cordilleras. (Ecos de Ralco)
sábado, 2 de septiembre de 2017
Canción de tu mirada
Lentamente tu mirada ha ido llenando mis pasos; y aunque te veo en la distancia, tu brisa prende en mis senderos, maravillosamente tu rostro y el versar de tu pelo. Te diría tantas cosas, o solo rozaría tu silueta como lo hacen los arroyos al celeste de sus montañas.
Desde esta solitaria esquina, no tengo más que el esplendor de tu ser, e ilusiones de mis brazos, que van a tus mañanas, diciendo te quiero; y pasan las horas sintiéndote ya conmigo, la tarde embellecida en ti termina... Todo esto gira en mis pasos, y pareciera muy cerca, todo esto pareciera volar y perderse en el infinito... sin embargo en cada brisa, en cada tramo, se alza más tu imagen, que ondula y me envuelve en amorosa fantasía, amoroso palpitar el que siento así estrechar, oyendo hondo el cantar, que me irradia tu mirada. (Olas de mujer)
viernes, 1 de septiembre de 2017
A maderas de un carpintero
Allá va el carpintero, de regreso a su hogar, a su amada luna, a sus amados pámpanos. Allá va con la tarde sinuosa y la caudal geometría que pulsaron sus manos. Huincha, serrucho, martillo y escuadra; retumban al salado firmamento. Por la mundanal vereda, acariciando proyectos, llanos deseos, desde el nacer de sus marcos y el primaveral de sus aleros: va aquel carpintero, a madera de sonrisas, de tristezas; y tarde a tarde, detrás del aserrín de sus horas, la ciudad pareciera dibujar, su largo trecho caminante y el aire pasional de sus emblemas. (Flamear obrero)
jueves, 31 de agosto de 2017
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