Primavera en la sonrisa de un abrazo, primavera en el reciclar de oscuridades y el brotar apasionado del familiar cerezo; emergiendo nuevos días con soles en canción de tu mirada y la mía; y así empapados del maravilloso floral en el simple caminar con su aire dichoso; y dejar atrás un tronar de melancolías; y aunque persista la niebla de un abismo: el camino trae danzantes colores y golondrinas que aletean el brillo de entusiastas hojas llenas de sol. ¡Primavera, primavera del libre correr de niños de la mano del alto..., y floreados valles y dulces jardines! y el beso en la distancia, o el estar muy juntos acariciando las horas que brinda la estación contenta con su aroma enamorada y nuestro querer al universo.
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