miércoles, 25 de octubre de 2017

Araucaria

Mi nombre araucaria, nacida entre los vientos de la gran maciza. Hermana del firmamento, águilas y silencios. Colosal testigo de contiendas y manos cruentas. Vibro en los arroyos que llenan mi alma: la flor del copihue, la aurora rocosa y las onduladas cascadas. No hay crepúsculo que olviden mis ramas; hondo así las quebradas, los peñascos, los tiempos. No hay crepúsculo... hermano sol, hermana luna; no hay crepúsculo que olviden mis ramas. En mis años está el mejor canto, la mejor mirada: el vaivén de pumas, el vaivén de truenos, la cordillera mágica. (Ecos de Ralco)

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