Floral de tu seda

Déjame acariciarte con este aire de sinuosa ruta, déjame acariciar tu hermosa seda; suavemente, beso a beso en alas de dulce verano con tu perfil y ambrosía; excitando más este fuego hacia la mañana llena de flor, la flor que eres tú, flor romántica querida, flor dulce verano, flor dulce fantasía.

Arroyos de amor

El verano va arrimando esplendores de tu nombre, el verano va arrimando esplendores de amarte...

Al verdor de auroras

Cada tallo, cada verde suelo; diseminando soles, arroyos de luna y fauna amanecer; y mano a mano, siembra tras siembra a un nuevo horizonte: ¡trinares caminos, trinares nativos con sus alas y bosques, y arco iris de mar, glaciares y polos plenos al universo! Así la brisa del arrimo, así la miel del encuentro; abrazando los sueños, el albor de los pueblos, el alba de la Fuente, ¡la flor naturaleza de toda nuestra tierra!

Olas de mujer

M.

Canción de verano

Canción de verano que lleva la mar del recuerdo y la mar del presente, en este azul intenso; y digo tu nombre y te toco a pleno sol de amor, a sol de bellezas, como el brillar de la arena, de una playa lejana que arrima feliz sus olas en el horizonte de su existencia. Canción de verano que lleva tu aroma, que lleva alegre tu sonrisa en el aire soñado de sus rayos y en que te beso a corazón sobre la hermosa mar de tu silueta. ¡Canción de verano a orillas de un río, o bajo la ternura de estrellas! Tus notas de almendras por manantiales y verdores al cielo; y por espacios de encuentro donde se unen las manos estrechando andares, estrechando anhelos; y nacen nuevos soles y un vendaval de delicias, como el solaz de tus labios en esta canción nuestra, en esta canción de sentimientos, en que acaricio tu nombre y el dorado de tus besos.

En Casa del Escritor, Sociedad de escritores de Chile (lanzamiento de la novela, Revelaciones en el torrente Viales) Providencia, Santiago, diciembre 2012