viernes, 24 de agosto de 2018

jueves, 23 de agosto de 2018

Horizontes de invierno

Horizontes de invierno de lluvia y tormenta por la avenida fulgente, por la calle común, por la jungla de cemento; a racimos de quebranto, a racimos de cálidos momentos; y la lluvia invernal girante, girante de nieblas y armonías; mientras los tejados trinan su aldea de abrigos y fuegos. El invierno entona sus hielos, sus leños, sus grises carruajes, sus melancólicos huertos. Horizontes de invierno con granizo y nieve, en la montaña, en el valle, en el rotundo pueblo; marcando las horas, marcando los huesos; y encontrar el refugio, el solaz de tu venida; transcurriendo los días, transcurriendo los vientos entre rayos y nubes de horizontes de invierno.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Tarde de invierno

Es tarde de invierno de lluvia y viento, y siento tu rostro en mi ventana... Ayer cayeron la hojas somnolientas y hoy con la tierra espero el verde iluminado para tocarte en la hierba. Llueve tu nombre con alas de crisantemos. Mañana te veré y quedaremos abrazados por siempre en la palabra amor. Reiremos, cantaremos; no sabes ¡cuánto te quiero! La lluvia son gotas de nuestro andar enamorado. El arroyo va al estero y hoy con la tierra espero el verde iluminado y amarte entre las flores. Es tarde de invierno, y mi corazón da en el juego de tu pelo suelto y tu cintura en mis manos. Todo pasa contigo a través de mi ventana, en esta tarde de invierno de lluvia y viento.

Contigo...

Te acercas con sutiles formas de amanecer, del nacer de un querer con nuevos aires de alegría, del estar juntos, de bellos sentimientos; y poco a poco me arrimo a tus finezas, a tu rostro, a tu cariño, que gira en armonía de mañanas y tardes hacia el anochecer contigo, contigo en el latir de un tú y yo, en el latir a sol y luna de amor, en el latir a sol y luna de amor contigo..., ¡contigo!!!

Reminiscencia de un valle

El techo de aquella casa del valle, brilla con sus ovejas, sus aves, su leña. El ondular de su blanco humo va meciendo sonrisas, tortillas de rescoldo y el velar de la familia; y el techo canta y canta el sol de su equinoccio, la brisa de su creciente y sus festivas mañanas. Yo aprecio desde el alto de una esquina del valle bajo el arco iris de tu semblante; y aprecio una ronda de niños, entre la casa y el río con el celeste de sus águilas, águilas de aquel alto del valle, de aquel paraje en aquellos días... y hoy son eco y navegar de cuando el arco iris era tu aliento y yo en sus colores te amaba.

martes, 21 de agosto de 2018

Amada

De tu noche a mi noche; deseando tenerte... De tu noche a mi noche tras el cristal de tu belleza; y llegando al perfume de tu piel en sinuoso vaivén, en sinuoso vaivén de tus perlas, en otra noche cautivante, en otra noche y amanecer contigo...

Cantares por Chile