sábado, 21 de octubre de 2017
viernes, 20 de octubre de 2017
jueves, 19 de octubre de 2017
miércoles, 18 de octubre de 2017
martes, 17 de octubre de 2017
Ecos de un minero
Despuntaba el mar de su carbón palpitante, como la pala de sus pupilas. El minero hacía luz, aquella tarde sombría. Contaba de sus hermanos, de sus retos infinitos; la fuerza de su juventud entre las sombras prendidas. Ya la faena sobre el mar, la extracción en su pique, a filo, a muerte; destacando con los soles de su vida. Un día de abril cerraron la fuente, cerraron totalmente la mina, el pan de sus auroras y aquellos fulgores simplemente se perdían... Se fue la dura piedra... el carbón de aquellos días... los arduos piques sin sus lunas, cimbraron tristes lejanías... En olas de otra tarde frente a los años de otro mar, he vuelto a encontrar los ecos de aquel minero y su lugar. El flamear de sus luchas, el flamear de sus pupilas, los hermanos que partieron con el carbón de sus vidas. (Ecos de Ralco)
lunes, 16 de octubre de 2017
1 Del océano Pacífico a Chile con sus azules voces... "Escucha Chile mi oleaje emocional, y ve mis largos brazos extendidos, te amo desde milenios bañando tus rincones preferidos. Tus vaivenes tengo en mis aguas y gran parte de tu sangre; escucha libre mis cantares y saborea a gusto mis manjares. Quizás en isla Mocha o en isla Madre de Dios hoy llegue más fuerte, y te diga en pescadores o en gaviotas profundas mis muelles predilectos. Cantan mis brazos extendidos a las orillas de tus amaneceres; y cantan y cantan mis olas frente a tus rojas caletas. Escucha Chile mi oleaje emocional en Coquimbo o en Valparaíso; y es que soy tu esplendor, el que baña tus regazos y labores, el que baña tus nublados y soles". (Cantares por Chile)
sábado, 14 de octubre de 2017
En el claro de tus ojos
Tomo tu pelo, el brillo de tus cabellos, y vuelvo a besarte, a verte hermosa. El sol que estremece los cristales, prendió una canción de nuestro idilio. Tomo tu pelo, beso tu cuello, tu cuerpo pleno ¡y más me gustas y más te quiero! Las notas del cuarto ahora oscureciendo elevan pasiones, el caudal de lo nuestro acariciándonos con los rayos que la tarde nos brindó; y ya en este nocturno somos la tarde y la misma noche hacia claro amanecer en el mismo claro de tus ojos e íntimo cielo. (Floral de tus encantos)
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