sábado, 12 de agosto de 2017

El bosque nativo desaparece en el curso de un alienante sistema... (Al verdor de auroras)

Desde la puerta de las rosas

Te llamo desde la puerta de las rosas para besar tu boca. Tomaré cada una de tus lunas en las sedas de noviembre y las pondré en mi cuarto. Te llamo desde la puerta de las rosas, para derretir los hielos de mi ventana gris. ¡Cuánta pasión hay en mis brazos para darte! Te llamo desde la puerta de las rosas, para decirte que te amo. (Olas de mujer)

jueves, 10 de agosto de 2017

Tenor obrero

A sol, a luna, agitados andares, sencillos obreros con el tenor de sus ganas, pero, ¿a cuánto alcanzan sus pasos, tras la diaria selva; y frente al dorado océano de los potentados...? Emerge un corcel de iniquidades, que arrastra también el manto junto al portal de sus llamas; entonces, golpean encendidos vuelos entre los extremos: los entregados sudores con la razón de sus techos, los entregados sudores intentando un sindicato; y así ¡cuántas voces! ¿cuántos senderos e ilusiones?! Obreros latinos, obreros africanos, obreros del mundo; soñando el contrato, un mejor salario, soñando el jardín por el que luchan sus manos. (del texto, Flamear obrero)
Te abrazo bajo la clara lluvia de esta noche en tu recuerdo... (del texto, Acordes de luna)

Tarde de invierno

Es tarde de invierno de lluvia y viento, y siento tu rostro en mi ventana. Ayer cayeron las hojas a pedazos secos y hoy con la tierra espero el verde iluminado para tocarte en la hierba. Llueve tu nombre con alas de crisantemos. Mañana te veré y quedaremos abrazados por siempre en la palabra amor. Danzaremos, cantaremos; no imaginas ¡cuánto te quiero! La lluvia son gotas de nuestros labios enamorados. El arroyo va al estero y con la tierra te espero en el verde iluminado. Es tarde de invierno, y mi mente da en el juego de tu pelo suelto y tu cintura en mis manos. Todo pasa a través de mi ventana en esta tarde de invierno de lluvia y viento.

Juntos

Cada pétalo de tu mirada es un rayo de alegría, cada pétalo de tu mirada es un tierno verso. Caminamos, sonreímos, avanzamos de la mano por una calle cualquiera, en una tarde de un día cualquiera. Tan sólo de la mano con un manantial de pétalos que esbozan el querer de caminar juntos. (del texto, Floral de tus encantos)

Brisa

Siente amado Chile las cristalinas notas de mis velos; refrescando atenta tus faenas y el libre caminar hogareño. Los años, los siglos, ¡rojo indómito: ajuar de mis lunas por tus valles, por los crisoles perennes de tu suelo! Cuando Mariluán, Carrera, Caupolicán. Cuando Rodriguez, O"higgins, Freire; o en el robusto mar: Prat, Condell; y hasta el último marinero; y al hoy jardín de tus ciudades hacia un diáfano cielo. Soy tu brisa encantada: mejillas de Petorca, Silkirk, pupilas de Palena, Visviri; fulgurantes en mis sedas; y soy con tu bandera a todo desierto, a todos los hielos; y en manantiales púrpura de madre, escalando el futuro patrio de tu simiente, desde el común tejido amoroso, desde el arduo tejido de sus techos. (del texto, Caudal chileno)