sábado, 7 de octubre de 2017

Cancionero de un río

El río va con sus amenos helechos y sus regocijados peces. Sus aguas llevan un sueño, un halo de montaña, un manto de volcanes. ¡Allá el martín pescador señala sus ramas; y el vendaval de sus tramos, va pintando las orillas de nuevos corazones! El río sigue su curso a su girante cielo; mientras transcurren abriles de techos y puentes. Henchido canta su fauna, su floresta, y en sus cristales danzan soles y estrellas con el latir de un ayer que abrió del serpentear un nuevo verdor, una dulce primavera... el aliento de sus ojos tiernos y la sonrisa de su alba. (Estelas)

viernes, 6 de octubre de 2017

Amanecida

Arrimo tu sonrisa y el horizonte en viaje de nueva amanecida con el jardín de tu talle. (Floral de tus encantos)

jueves, 5 de octubre de 2017

Soledades

Ya todos se van; y los castaños senderos buscan las últimas hojas del atardecer para enternecerse de lo que fueron sus rayos por años virginales. Ya todos se van. La marcha irreversible. Las caras que fueron en el ceremonial suelo, se han ido. Marcha, soledad maldita... El curso del señorial desviado; y foráneos metales clavados, de foráneas lenguas: dan rumbo a otra esfera, que jamás las cándidas venas de esta amada naturaleza, imaginaron ¡Jamás!!! (Ecos de Ralco)

miércoles, 4 de octubre de 2017

Al vuelo imperecedero de la paloma viajera, al cruento de la ballena perseguida, el rinoceronte abatido, el bucardo al infinito. (Al verdor de auroras)

martes, 3 de octubre de 2017

De viento y lluvia primaveral

El viento y la lluvia primaveral, me traen una guitarra de versos. Sus alas llevan la mar de una calle celeste con notas de sonrisas lejanas y portales de esperanza. La lluvia y el primaveral viento del desconcierto, ruedan ahora, salones de incertidumbre y voces del silencio; y pareciera perderme sin querer en sus nostálgicos ecos. El viento y la primaveral lluvia, ya sin fulgores en mi ventana, golpean mis horas con pétalos de hielo...

domingo, 1 de octubre de 2017

7 El anillo de alerces, sube al cielo limpio a cantar sus albas; y suben raulíes, coigues, araucarias, lengas, a cantar sus albas; mientras corre el pudú y el monito del monte. Libre vuela el chucao y salta la rana de darwin. El horizonte abraza el cúmulo valioso del bosque precioso; solemne verdor chileno. (Cantares por Chile)

Princesa

De todas las llamas floreciente en contemplación acústica: tú eres la más bonita. Eres tú, suave y tierna como siempre quise; mejillas de esencias amorosas; luna trigueña. Entre rondas de mariposas, bajo un arco de azucenas: tú eres la más hermosa e imprescindible, y te llamo princesa del festival de floresta, de mi sitio selecto. ¡Dancemos en el capullo de satisfacción luminosa! ¡princesa, mi princesa! Eres mi amor soñado, eres mi amor encantado. No te alejes más, no te pierdas en la montaña de nebulosas tormentas y quédate conmigo para que sigamos esta danza de miel, para que sigamos unidos. El amanecer ya nos sorprende en un solo aliento, en un mismo sentido y más te siento y más te beso ¡princesa! ¡mi amada princesa! (Cascada otoñal)