miércoles, 3 de octubre de 2018

Tú, me gustas como eres, con tus llamaradas de sueños, con tu venir apasionado, con tus claros sentimientos; y a gusto es la lluvia sobre el techo hogareño y el sol sobre la mar de los jardines. Tú, con tus cautivantes lunas de serpentear de primavera... No trasciende el besarte en una playa rosada, o en el solsticio de una calle, o en la cándida montaña. Lo esencial es estar contigo; el amarnos libremente y seguir muy juntos el camino. Tú, amor estrellado y contento... Tú, mi hermosa mujer por siempre.

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