miércoles, 9 de agosto de 2017

16 Tras el melodioso cristal en que ha esta hora parecieran pincelarse los años, cuando a viento y manzanos, iba más allá de los parcelados campos, tocado en siluetas queridas, que rondaban en sonrisas; y habían guitarras con flecos y almendras de convivencias; pero con el pasar de los años, lentamente se fueron desvaneciendo, quedando sólo en las arcas del recuerdo con los serpenteantes senderos. Aquello se fue para siempre: los ventanales de luna, las acacias y el litoral de mariposas. Todo aquello se fue sin decir nada; y ahora es ayer, permaneciendo sólo tu esplendoroso Torrente; y es que "cielos y tierra,pasan,pero Tú, y tus palabras, jamás". (del texto, A Jesucristo)

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